El electo Papa Benedicto XVI, Joseph Ratzinger, ultima su primera encíclica en la Basílica de San Pedro del Vaticano, con la que pretende salvar al mundo gracias al poder gay de sus puños de hierro. La obra, llamada “Extra omnes”, invita a los homosexuales del mundo a salir del armario, declara la gaycidad de hecho del Sumo Pontífice y se espera que sea un gran éxito de ventas.
El nuevo Papa, Benedicto XVI, ha sorprendido por su adaptación al puesto y a su condición de líder espiritual, dando un giro a la política del difunto Juan Pablo II. Lejos de seguir sus propios consejos, Joseph Ratzinger Z, el primer papa electrónico del mundo, ha preparado “una encíclica coherente con el reinado del otro Estado pequeñito e influyente del mundo: Monáco”.
Así pues, él también animará a los gays.
Según parece, Ratzinger siempre fue gay, y cuando militó en las filas nazis fue el hombre más feliz del mundo, pues todos sus compañeros se duchaban desnudos.
Los círculos del Opus Dei en general y los de George Bush en particular están en completo desacuerdo y piden repetir la jugada para revisar la elección del Santo Padre. A todo esto, Benedicto XVI ha declarado que él siempre ha estado donde debía estar, y que, ahora que tiene poder, va a hacer lo que le venga en gana “y lo primero que pienso hacer es santo a Mauri, de Aquí no hay quien viva”.
Ante esta nueva perspectiva, para nada relativista, de la política vaticana, Doña Letizia Ortiz ha decidido aprender a tocar el tambor porque “Con lo mío y lo de éste (por el Papa) ya nada es imposible”.
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