sábado, 5 de mayo de 2007

Y UNA MIERDA PINCHA EN UN PALO.........


Con la Pantoja en libertad provisional, el Ansar con sus copitas de vino, los rumores de que Zp ha mandado trincar a la Panto para distraernos de los paseitos de Dejuana y de la ilegalización de algun que otro partido, Y Julian Muñoz en huelga de hambre, se hace imprescindible hablar del descrubrimiento de la "mierda pincha en un palo":
En algún momento de los últimos 100.000 años, un homo erectus que removía mierda con un palo, tuvo la genial idea de pinchar el zurullo en el propio palo y exponerlo ante sus semejantes. Esto le ganó inmediatamente la admiración y el respeto de la tribu.
Poco a poco se fueron inventando variaciones y fue evolucionando, de está época son obras tales como el "ñordo pinchado en una piedra puntiaguda" o el impresionante "árbol seco con 500 zurullos pinchados". en las cuevas de Santimamiñe (Bizkaia) se ha descubierto recientemente el increible "Mokordo de kilo doscientos pinchado en tronco de haya", una de las obras más expresivas del arte coprolítico.
En 1927 se descubrió en lo alto de la pirámide de keops un extraño elemento, que posteriores análisis confirmaron como la obra perdida del artista egipcio Psoriasis II, "Cagarruta gigante de Ñu pinchada en pirámide". Son pocas las obras de esta época paleomierdosa que han llegado a nuestros días, precisamente por la volatilidad del elemento utilizado.
Con la llegada de la edad media, la super abudancia de mierda hizo que la humanidad perdiera en parte la sensibilidad para apreciar el arte mierdolítico palopinchado, y no fué hasta 1927 en que el célebre artista conceptual D. Eduardo Manostijeras revolucionaría por completo el mundo del arte con su "Palo pinchado en una mierda", que fué la sensación de la exposición Universal de París de 1937. En esta misma onda, el artista Yves Klein presenta su interesante obra "Chopsticks and Shit", utilizando excrecencias de escarabajo pelotero y palillos chinos. Es un hecho poco conocido que la famosa obra de Piero Manzoni "merde d'artiste", se comercializaba en su versión original un palo de 46.5 cm para que el usuario pudiera crear el arte a su medida. Posteriormente, el gran Antoni Tápies consiguió resultados sorprendentes utilizando diarreas de colores de diferentes procesos intestinales, en una mezcla de texturas casi tan desagradable al ojo como al olfato. Finalmente, el conocido restaurador Ferrán Adriá presenta en 2003 su "esferificación diarreica insuflada en stick vertical de cardamomo y ajonjolí", última obra conocida de este gran movimiento y que augura grandes posibilidades en esta nueva vertiente de la gastronomía.

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